Más de 20.000 personas presenciaron ayer a pie de calle la quinta Entrada de Toros y Caballos de Segorbe, la única fiesta de la provincia declarada de Interés Turístico Internacional. Asimismo, durante la jornada también se rindió homenaje a los más pequeños del municipio con la celebración de una Entrada y un toro embolado hechos especialmente a su medida.El recorrido de los adultos, en el que ayer participaron once caballistas, dos mansos y seis grandes morlacos negros, fue limpio y sin incidencias de importancia. El único susto, que no tuvo consecuencias graves, fue provocado por la caída de un espectador que se precipitó hacia el suelo tras ser golpeado por el flanco trasero de uno de los caballos participantes en el encierro.
El hombre, natural de Segorbe, fue atendido inmediatamente por los servicios médicos en el hospital de campaña instalado en la plaza Obispo Ahedo. A raíz de la caída, el vecino sufrió "una pequeña contusión", según informó el concejal responsable de los Festejos Taurinos, Vicente Hervás.
Con una duración total de 80 segundos, la rapidez de la Entrada fue ayer su principal característica. El Conseller de Bienestar Social, Juan Cotino, afirmó que "cuando vienes a ver el encierro de lo único que te puedes quejar es de que transcurre a demasiada velocidad, porque estás esperando ver ese cuadro tan bonito de los caballos y los toros y, cuando pasan, te quedas con ganas de más". "A pesar de eso, hay que reconocer que es muy bonita". "Vale la pena, porque, además, ves a gente joven, que viene a pasarlo bien y a disfrutar de la fiesta", añadió.
La manada desfiló durante la quinta Entrada de los festejos de forma un tanto abierta, dejando algún toro suelto a lo largo de la calle de Colón. Allí, la gente permanecía, como es habitual, apiñada en la vía para acabar abriéndose en el último instante y, así, dejar paso a las reses y a los expertos caballistas participantes en el encierro.
Una vez la manada rebasa a los espectadores, estos vuelven a juntarse y, el movimiento, simula una especie de marea humana, que viene a hacer las veces de barrera, impidiendo también la separación y huida de los astados del grupo.
Por su parte, los cientos de niños y niñas de Segorbe que ayer participaron en su particular Entrada, reprodujeron a la perfección el vaivén de las olas del mar, dado que en su mayoría son, desde muy pequeños, grandes aficionados y espectadores incondicionales del recorrido, que diariamente siguen desde los balcones de las viviendas o desde los entablados de las peñas.
La Entrada Infantil atrajo hasta ella a más de 2.000 personas de todas las edades, que con igual alegría disfrutaron y corearon la carrera de los carretones utilizados en las escuelas de tauromaquia en el aprendizaje de novilleros.
El éxito y aceptación de este encierro dedicado a los más pequeños llevaron al Ayuntamiento de Segorbe a tomar la decisión de repetir la experiencia. "El año que viene volveremos a hacerla y sacaremos también los caballos de cartón piedra que tenemos para promocionar la entrada en la feria turística de Fitur", afirmó el alcalde, Rafael Calvo.
La jornada de los más pequeños no acabó con su particular Entrada, sino que también tuvieron la oportunidad de correr frente a un singular toro embolado. Durante aproximadamente 15 minutos, los niños y niñas de Segorbe se divirtieron esquivando a una res ficticia ideada por el grupo Tauropalancia.
Asientos por el entablado roto
Por otro lado, el Ayuntamiento del municipio ha entregado a la peña El Guitón una treintena de asientos en la plaza de la Cueva Santa, con el fin de compensar de alguna forma el hecho de que la peña no pueda utilizar su entablado después de que un camión de limpieza viaria lo destrozara en un choque el pasado jueves.
A pesar de que tanto técnicos municipales, como miembros de la comisión de toros, carpinteros, soldadores y herreros trabajaron a contra reloj para levantarlo y reparar los daños causados, el entablado quedo inutilizable por los peñistas. No obstante, el incidente no interrumpió la celebración del acto, ya que el arreglo se concluyó antes del inicio del encierro.
Fuente: "Las Provincias de Castellón"
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