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lunes, 20 de agosto de 2007

Pubs y chiringuitos valencianos sufren la peor campaña en 20 años con pérdidas de hasta un 30%

La disminución del gasto de los turistas, las medidas contra el ruido y la aplicación de la Ley de Costas perjudican al sector del ocio

En números rojos. Así se encuentra el sector del ocio nocturno, según algunas de las asociaciones que agrupan a los empresarios hosteleros de la Comunitat, que lamentan la caída de los ingresos en las zonas más turísticas. Este verano están apareciendo dificultades para poder abrir durante todos los días de la semana, incluso en pleno mes de agosto, debido precisamente a la caída de los ingresos. El presidente de la Asociación Empresarial Hostelera de la Playa Puerto de Sagunto, Vicente Moreno, llegó a calificar esta temporada estival como “la peor en los últimos 20 años, con pérdidas de hasta el 30%”.

En opinión del sector, existen tres causas que explican este descenso de las ventas. La primera de ellas es el del escaso gasto de los turistas, consecuencia directa del modelo vacacional de sol y playa que tiene la Comunitat. “El turismo residencial que predomina es de tipo familiar. Pero los jóvenes juegan un papel fundamental y se están quedando sin oportunidades de ocio”, recordaron fuentes de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV).

Todos los empresarios consultados coincidieron en este punto. Para algunos, el problema es que el tipo de visitante que llega a la Comunitat “no dispone de dinero suficiente para permitirse salir a tomar copas o cenar en restaurantes, algo que sí ocurría antes”.

Apuntan además que las vacaciones son muy distintas a las de otras épocas. “Ahora, si a una familia le preguntas dónde se ha ido de vacaciones te dirá que tres días a Londres. No está dos meses en Cullera. Tenemos ya muy asumida esa segunda residencia y eso también repercute en el gasto”, reconoció otro.

Cifras negativas... y de récord

Según la FEHV, “es cierto que el sector, en general, está pasando por un momento de crisis, con una recesión de en torno al 5%, aunque los empresarios del ocio nocturno quienes más lo están notando. Hay una tendencia a que cada vez haya menos clientes, e incluso se están produciendo muchos cierres de locales a lo largo de toda la costa valenciana”.

En Benicàssim, la Asociación de Empresarios de la Hostelería y el Ocio destacó que los beneficios han caído en un 5% durante este verano respecto a 2006, mientras que en otros municipios la situación es incluso peor. Es el caso de Gandia, por ejemplo, donde el presidente de la Asociación de Pubs cuantificó las pérdidas “de entre un 30 y un 35%”. Les sale caro el mero hecho de abrir las puertas del local.

El segundo motivo esgrimido por los hosteleros ante la caída vertiginosa de los ingresos es “la inseguridad jurídica” provocada por la llegada de las ya famosas ZAS (Zonas Acústicamente Saturadas), en respuesta a las quejas vecinales motivadas por el ruido. “Ahora sí contamos con la preocupación de las instituciones, aunque es verdad que llega tarde. Hace varios años que veníamos advirtiendo de la necesidad de modificar los planes urbanísticos para reservar áreas donde ubicar los locales de ocio –tal y como se hace, por ejemplo, con las zonas verdes– para no molestar a los vecinos”, destacaron desde la FEHV.

Rafael Codina, representante de los hosteleros en la comarca de la Marina, destacó en este sentido que en Dénia “ya se presentó un proyecto hace años para cambiar de lugar la zona de ocio”. Además, la disminución de los beneficios es, a su juicio, algo evidente, ya que “los pubs deben cerrar ahora a la una y media por ley, mientras que antes estaban abiertos hasta las cuatro o las cinco de la madrugada, y eso significa ingresar menos”.

Cerrado entre semana

En la Costa Blanca, la situación de los locales de ocio nocturno no es mucho mejor. El mes de julio fue calificado por algunos empresarios como el peor en muchos años. “Entre semana teníamos que cerrar”, aseguró el propietario de un pub de Altea.

En Benidorm, las discotecas y pubs de la playa tampoco están viviendo su mejor momento. “Este verano hay menos gente y la mayoría son muy jóvenes y no consumen”, lamentó otro empresario. Los turistas se dedican a pasear y se quedan fuera de los locales. De nada sirven las promociones que ofrecen los relaciones públicas de los locales.

La aplicación de la Ley de Costas –que entró en vigor en 1988 aunque sigue incumpliéndose en algunos puntos– también ha supuesto la disminución del número de chiringuitos de Puerto de Sagunto. Los que se encontraban a menos de 300 metros de la orilla han tenido que cerrar. “Actualmente ocupan sólo una cuarta parte de la superficie que antiguamente”.

Otros lo tienen todavía más difícil, como es el caso del restaurante La Pepica, que en principio deberá cerrar sus puertas el próximo año y ser demolido dado que incumple la normativa y se encuentra a pie de playa. “No tenemos muchas esperanzas de poder revertir esta decisión, aunque nuestro abogado trabaja en ello.

Nosotros hablamos con Costas porque creemos que es mucho el daño que nos van a hacer comparado con el perjuicio medioambiental que crea el establecimiento, que es muy pequeño. Además, éste es un negocio familiar, y ahora mismo es nuestro principal sustento económico”, subrayó el administrador del restaurante.

Incógnitas

La aplicación rigurosa de esta ley supondría el cierre de los chiringuitos que se encuentren a menos de 100 metros de la orilla del mar, así como del resto de edificaciones (chalets y hoteles incluidos). Desde la Dirección General de Costas se aseguró que la intención del Gobierno es ésa, aunque reconocieron que el proceso “debe ser gradual”.

Una de las localidades más perjudicadas por la aplicación de estas medidas sería Benicàssim, dado que la marcha nocturna se ha desplazado masivamente del municipio –debido a que se declaró ZAS una de sus calles más céntricas– hacia tres locales de la playa, que se verían obligados a cerrar.

Sin embargo, en una reunión mantenida entre el alcalde de la ciudad, Francesc Colomer (PSPV), y el director General de Costas, José Fernández, se acordó preparar un Plan de Explotación de Costas que permitiría establecimientos de este tipo a cambio de que se mantengan abiertos todo el año.

Las quejas de los empresarios del ocio nocturno se suman a las vertidas estos días por hosteleros, heladeros o dueños de apartamentos turísticos, que ya han advertido que los ingresos este verano han disminuido debido sobre todo a la subida de los tipos de interés y el consiguiente encarecimiento de las hipotecas.

Fuente:"Las Provincias"

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