Con las calles iluminadas y los sonidos multiplicados, la ciudad de Segorbe se sumerge hoy de lleno en la celebración de sus fiestas patronales, únicas de la Comunitat Valenciana distinguidas por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio con el doble reconocimiento de Interés Turístico Nacional e Internacional.
Los festejos se celebran por segundo año consecutivo con el doble reconocimiento, si bien el de Interés Turístico Nacional sólo se refiere a los actos incluidos en los primeros 9 días de festejos, mientras que el de Interés Turístico Internacional recae en la Entrada de Toros y Caballos, cuyos orígenes documentales se remontan al siglo XIV.
El transcurrir de los tiempos no ha cambiado ni alterado en absoluto la esencia de las fiestas segorbinas, materializadas en una larga quincena de días maravillosos, dinámicos y vivaces.
Por ello, las fiestas son para los segorbinos un gran motivo de orgullo, ya que éstas encierran de alguna forma el carácter abierto y acogedor con el que a lo largo de la historia han logrado que todos los visitantes se sientan como en su casa.
La concejala de Fiestas, Soledad Santamaría Lara, entiende que “sentir que hay ingredientes de nuestra vida que a pesar de las circunstancias cambiantes y, en ocasiones difíciles, permanecen inalterables en sus aspectos fundamentales, no sólo nos ayuda a vivir, sino que hace nuestro camino más confortable, más feliz y también más seguro”.
Pese a ello, las fiestas de Segorbe no renuncian a la modernidad y la innovación, por lo que todos los años el programa recoge alguna novedad, introducida muchas veces por el creciente número de asociaciones y peñas nacidas alrededor de la fiesta y con deseos de engrandecerla.
El papel clave de las peñas
La Peña Cultural Taurina fue una de las primeras en organizar diversos espectáculos para enriquecer la Semana de Toros, en la que con el mismo fin otras peñas, como La Desencajoná, Los del Vitorino y Mucho Arte, también organizan exhibiciones taurinas y financian toros embolados.
La colaboración de las peñas no se limita sólo al mundo taurino, dado que la Asociación Peña Tío Julio ha convocado durante los últimos cuatro años una participativa gincana infantil de juegos tradicionales y un multitudinario concurso de paellas.
Los responsables de la movida nocturna segorbina son las peñas Desacato y Pellorfa, que con sus verbenas y discomóviles añaden la nota musical a la Semana de Toros, a los que últimamente se han sumado la peña Los Carpicas y la falla de la plaza del Almudín.
La tensión de los minutos de espera de la Entrada de Toros y Caballos es animada diariamente por los pasacalles de las peñas El Guitón y Los Yayos, que con alegría y tesón consiguen dar un toque especial a las mañanas.
Las propias Comisiones de Fiestas y de Toros, integradas este año por 12 y 22 emprendedores segorbinos, se esfuerzan por mejorar los festejos con novedades, respetando siempre las singularidades de las celebraciones de la capital del Palancia.
En definitiva, las fiestas de Segorbe están hechas por todos y son para todos, incluidos los miles de visitantes que diariamente se acercan hasta Segorbe para ver la mágica y multicolor Entrada de Toros y Caballos, que en su esencia es el reflejo de los orígenes de una ciudad poblada desde tiempos inmemoriales, a la vez que un importante legado para las generaciones venideras.
Dichas generaciones disfrutarán en el futuro del retablo con la imagen de la Virgen de la Esperanza, que la homónima asociación ha querido donar este año a la ciudad de Segorbe, donde el próximo viernes será inaugurada a primera hora de la mañana en la plaza de los Mesones.
Las fiestas patronales de Segorbe están dedicadas a la Virgen en su triple advocación de Esperanza, Cueva Santa y Loreto. Los cronistas oficiales de la ciudad, Rafael Simón y Rafael Martín, han realizado un estudio que fecha los festejos en honor a las Virgen de la Esperanza, en el siglo XIV; los dedicados al Loreto, en el XVI; y los de la Cueva Santa, en el XVII.
La antigüedad de dichas celebraciones le ha valido a Segorbe que sus primeros nueve días de festejos, en los que se acontecen las tres festividades marianas, fueran declarados por la Secretaria de Estado de Turismo Fiesta de Interés Turístico Nacional.
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