Los casetones octogonales y estrellas de cuatro puntas del impresionante artesonado mudéjar del salón de plenos del Ayuntamiento de Segorbe, en cuyo suelo está presente una taraceada Estrella de David, fueron ayer mudos testigos del simbólico encuentro de conciliación de las religiones y culturas musulmana, judía y cristiana. El acto, enmarcado en las actividades complementarias de la III Muestra de Audiovisual Histórico de Segorbe, que este año toma como referencia el 400 aniversario de la expulsión de los moriscos contó con la asistencia del alcalde de la población, Rafael Calvo; Amparo Sánchez, presidenta del Centro Cultural Islámico de Valencia; Masha Gabriel, de la Federación de Comunidades Judías de España y Cherifa Ben Hassine, presidenta de la Asociación de Mujeres Musulmanas, entre otros. Sin embargo, ni el obispo de la Diócesis ni otro representante católico se sumó al acto.
'Un vivo legado'
Todos los participantes en este simbólico encuentro fueron obsequiados por el Ayuntamiento con una escultura del acueducto medieval de Segorbe, fruto y herencia de la prolongada permanencia en la localidad de las homenajeadas culturas musulmana y judía, de las que todavía hoy en día los vecinos del municipio mantienen un vivo recuerdo en muchos de sus apellidos, como Orero, Fórnas, Adán y Santafe, y en sus calles, como la Platería, Barrimoral , Mur Blay o la plaza de la Judería.
Al respecto, Calvo recordó la sinérgica unión entre musulmanes, judíos y cristianos para defender los intereses de Segorbe contra el mandato de Enrique de Aragón, después de que los Reyes Católicos crearan el Ducado de Segorbe y dieran su dominio a su primo, conocido popularmente como el Infante Fortuna. Asimismo, también se refirió "a la forzada división intercultural acontecida con la llamada expulsión de los moriscos".
Fuente: Las Provincias de Castellón
No hay comentarios:
Publicar un comentario