El jurado ha otorgado el premio a este soberbio ejemplar, de la variedad morruda, que destaca por su majestuoso tronco, el cual dibuja una estampa única a través de sus gruesas y retorcidas venas, auténtica obra de arte viva en continua evolución.
La olivera morruda de Segorbe, ubicada cerca de la Masía Ferrer y en excelente estado de conservación, tiene un perímetro superior a los seis metros. El tronco presenta además un estado de conservación óptimo a pesar de sus siglos de vida, lo que demuestra el cuidado que generaciones y generaciones de segorbinos han brindado al padre de sus olivos. Asimismo, se ha premiado la labor de mantenimiento y difusión que el municipio de Segorbe realiza entorno a esta emblemática olivera, lo que sin duda la ha erigido ya en un símbolo vivo de esta histórica ciudad.
Fuente: Levante de Castellón
No hay comentarios:
Publicar un comentario