Quien fuera el presidente de la Diputación de Valencia hasta el inicio de la actual legislatura es el popular que el presidente del Consell y del PPCV, Francisco Camps, tiene previsto proponer para liderar la entidad privada que representa a las ciudades y provincias de la Comunidad, una vez se consume el abandono forzado de Miguel Ortiz.
Ortiz ha dejado la alcaldía de Altea frente al socialista Andrés Ripoll y los estatutos de la FVMP establecen la pérdida inmediata de la presidencia de esta entidad privada en la caso de dejar el estatus de alcalde-presidente del municipio.
El mandato del ex alcalde de Altea, en cualquier caso, debía finalizar el próximo 19 de octubre según los estatutos de la organización, aunque la derrota electoral de Ortiz hace que técnicamente el actual presidente en funciones sea ya el jefe de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra.
Es precisamente el líder de los populares de Castellón el único obstáculo para que Giner se haga con el asiento de presidente de la FVMP.
Y es que Fabra pretende que el próximo líder de este organismo, que tiene su domicilio en la calle Conde Trénor de Valencia, provenga de la provincia de Castellón.
El candidato que el jefe de la Corporación provincial de Castellón quiere promocionar es el alcalde de Segorbe, Rafael Calvo, quien lleva al frente del Consistorio de Alto Palancia desde 1995.
Fabra argumenta ante el líder de los populares valencianos en base a criterios territoriales. Nunca un primer edil castellonense ha dirigido la entidad que representa a los ayuntamientos de toda la Comunidad Valenciana.
Giner es actualmente vicepresidente tercero de la FVMP, dado que la pasada legislatura era el presidente de la Diputación de Valencia, actualmente liderada por el alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus.
Con el cargo en la Federación, Camps otorgaría al munícipe de Vallada un puesto de representación ante las alcaldías, después de su paso por la Corporación provincial.
Giner transitó durante la pasada legislatura desde la abierta enemistad con el Consell y la dirección regional del partido de Francisco Camps, hasta un clima de franco entendimiento con la corriente oficial del PPCV.
Quien fuera uno de los más firmes apoyos del ex presidente de la Generalitat y portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, llegó a descalificar a parte del Consell, incluso con acusaciones de favorecer el catalanismo cultural en el ámbito de la Comunidad.
Sin embargo, en el tramo final del mandato, Giner y Camps recondujeron las relaciones y su lealtad al jefe de la Generalitat ha acabado ayudado a la pacificación orgánica de la provincia de Valencia bajo la dirección interna del presidente, Alfonso Rus. Fruto de esa avenencia fue su designación como diputado autonómico el pasado 27 de mayo. Fuente: diario ABC
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