Las elevadas temperaturas registradas ayer favorecieron la participación en la ofrenda a la Virgen de la Cueva Santa, patrona de la ciudad y de la Diócesis
Más de mil quinientas mujeres ataviadas con el típico traje de segorbina participaron ayer en la ofrenda floral a la Virgen de la Cueva Santa, patrona de la ciudad y de la Diócesis de Segorbe-Castellón, a la que desde tiempos inmemoriales los habitantes de la comarca del Alto Palancia han recurrido para invocar la lluvia.
El obispo de la Diócesis, Casimiro López, presidió el acto junto al resto de autoridades locales, desde el palco presidencial que habitualmente coloca el Ayuntamiento de Segorbe frente al retablo de la Virgen en la plaza de la Cueva Santa.
Con el fin de garantizar la conservación del retablo, el Ayuntamiento ha decidido expropiar y rehabilitar la vivienda particular en cuya fachada se encuentra el mismo, al entender que éste es un bien patrimonial muy apreciado por los segorbinos.
Como suele ser habitual las reinas mayor e infantil, María Martín Calpe y María Rubicos Álvarez, se pusieron ayer sus mejores galas para salir en la ofrenda, ofrecer sus ramos a la Virgen y dedicarle un sentido discurso. Sus palabras llenaron de emoción a las dos jóvenes y a los cientos de mujeres que desfilaron delante de ellas.
La oblación a la Virgen de la Cueva Santa, conocida también con el nombre de Blanca Paloma, atrae anualmente a cientos de mujeres de las provincias de Castellón y Valencia, que invariablemente cambian sus ropas por el típico traje de segorbina con el que la tradición manda que hay que salir ataviada a la ofrenda.
Además, la Virgen también fue obsequiada con decenas de centros y ramos de flores por más de una treintena de asociaciones locales, como las peñas Desacato, Guitón, Pellorfa y Los Carpicas, y las asociaciones de Mujeres, Bolilleras Segorbinas, Residencia de Ancianos, Clavarios de San Antón, agrupación de vecinos de la plaza del Almudín, Santa Cecilia, Doncellas de la Cueva Santa, el Centro Aragonés y la de Caballistas de la Entrada de Toros y Caballos.
Ofrenda con gran participación
Más de mil quinientas mujeres ataviadas con el típico traje de segorbina participaron ayer en la ofrenda floral a la Virgen de la Cueva Santa, patrona de la ciudad y de la Diócesis de Segorbe-Castellón, a la que desde tiempos inmemoriales los habitantes de la comarca del Alto Palancia han recurrido para invocar la lluvia.
El obispo de la Diócesis, Casimiro López, presidió el acto junto al resto de autoridades locales, desde el palco presidencial que habitualmente coloca el Ayuntamiento de Segorbe frente al retablo de la Virgen en la plaza de la Cueva Santa.
Con el fin de garantizar la conservación del retablo, el Ayuntamiento ha decidido expropiar y rehabilitar la vivienda particular en cuya fachada se encuentra el mismo, al entender que éste es un bien patrimonial muy apreciado por los segorbinos.
Como suele ser habitual las reinas mayor e infantil, María Martín Calpe y María Rubicos Álvarez, se pusieron ayer sus mejores galas para salir en la ofrenda, ofrecer sus ramos a la Virgen y dedicarle un sentido discurso. Sus palabras llenaron de emoción a las dos jóvenes y a los cientos de mujeres que desfilaron delante de ellas.
La oblación a la Virgen de la Cueva Santa, conocida también con el nombre de Blanca Paloma, atrae anualmente a cientos de mujeres de las provincias de Castellón y Valencia, que invariablemente cambian sus ropas por el típico traje de segorbina con el que la tradición manda que hay que salir ataviada a la ofrenda.
Además, la Virgen también fue obsequiada con decenas de centros y ramos de flores por más de una treintena de asociaciones locales, como las peñas Desacato, Guitón, Pellorfa y Los Carpicas, y las asociaciones de Mujeres, Bolilleras Segorbinas, Residencia de Ancianos, Clavarios de San Antón, agrupación de vecinos de la plaza del Almudín, Santa Cecilia, Doncellas de la Cueva Santa, el Centro Aragonés y la de Caballistas de la Entrada de Toros y Caballos.
Ofrenda con gran participación
La ofrenda resultó ayer mucho más vistosa y participativa de lo habitual debido a las elevadas temperaturas registradas y al vallado del recorrido realizado por la brigada de obras del Ayuntamiento, que también colocó dos grandes tribunas en la calle de Colón y la plaza de los Mesones, que durante la próxima semana darán cobijo a los espectadores de la Entrada de Toros y Caballos.
Al concluir la ofrenda tuvo lugar la celebración del traslado procesional de Nuestra Señora de la Cueva Santa. Los participantes en la procesión avanzaron desde la Iglesia del Seminario hasta la Catedral-Basílica, de la que hoy saldrá en procesión para recorrer las principales calles de la población.
La imagen de la Virgen en cuidada y arreglada durante todo el año por la Asociación de Doncellas Segorbinas en la Iglesia del Seminario, de la que la pequeña imagen de la Virgen sólo sale en estas fechas.
La jornada comenzó con el espectáculo infantil de calle, Macroscopio, además de con un volteo general de campanas en honor a la Virgen de la Cueva Santa, sobre la que la Asociación Filatélica Segorbina ha editado una tarjeta postal, un sello, con un sobre y un matasellos, para conmemorar el V Centenario de la Virgen.
Las impresiones filatélicas pueden encontrarse en la exposición abierta estos días en la Casa de la Cultura, donde el pasado domingo fueron inauguradas media docena de muestras.
La oferta expositiva de Segorbe, de arraigada tradición cultural, se hace especialmente abundante durante sus fiestas patronales, en las que segorbinos y visitantes pueden acudir a exposiciones de pintura, bonsais, fotografía, filatelia, trabajos manuales, taxidermia, carteles de fiestas y artesanía.
La jornada de ayer concluyó con la celebración de una verbena que se prolongó hasta altas horas de la madrugada en el jardín del Botánico Pau, donde hoy comenzará a ser instalada la Feria del Jamón y del Embutido Artesano Segorbino, por la que se espera que pasen miles de personas durante la próxima semana.
Fuente: "Las Provincias"
Fotografía realizada por el equipo de El Informal Segorbino
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