Ahora se celebra el bicentenario de los dos sitios sufridos por la capital del Ebro a manos de las tropas de Napoleón y el Ayuntamiento maño ha querido conmemorarlo homenajeando a los miles de valientes que cayeron defendiendo la ciudad. La Fundación Zaragoza 2008, dependiente del Consistorio, ha concedido la Medalla del Bicentenario Defensor de Zaragoza a los Reyes, al presidente del Gobierno y a otras 20 instituciones y a 19 Ayuntamientos de toda España.
Más de 32.000 soldados que habían participado en la batalla de Tudela se refugiaron en Zaragoza el 15 de diciembre de 1808 y la defendieron hasta el 21 de febrero de 1809, cuando tuvieron que claudicar ante las tropas de Napoleón. Muchos de ellos eran voluntarios, gentes de a pie que no habían recurrido a las armas como herramienta con la que ganarse la vida. Ejemplo de ellos eran los grupos que partieron de Segorbe, Chelva y Orihuela.
Los de municipio de los Serranos han pasado a la historia como el Batallón de los Cazadores. Estos hombres llevaron consigo sus escopetas pero cambiaron de blanco: las liebres y jabalíes por los galos armados con bayonetas. Los valientes de Segorbe y Orihuela eran un escuadrón de la misma índole: vecinos que partieron hacia el norte al auxilio de sus compatriotas y que se dejaron la vida combatiendo el imperialismo francés.
De los 32.000 combatientes, más de 6.000 eran de la Comunitat. La mortandad fue descomunal: alrededor del 75% de las personas que estuvieron encerradas a cal y canto en Zaragoza perdieron la vida. La ciudad pasó con la llegada de las tropas españolas de 45.000 a 80.000 habitantes. Cuando las hordas de Napoleón por fin la tomaron, quedaban unas 22.000 personas, de las cuales 10.000 eran soldados (algunos de ellos esos cazadores solidarios) que fueron conducidos hacia el norte de Francia y la Bretaña.
Trabajos forzados en Francia
Otros 4.000 cautivos perecieron en el viaje y los 6.000 restantes fueron sometidos a trabajos forzados. Triste final de un episodio heroico que fue mal desde el principio, desde la batalla de Tudela, donde las tropas conducidas por los generales Castaños y Palafox fueron derrotados por los franceses. El primero tocó retirada sin prácticamente haber entrado en combate, salvando al ejército del sur. El segundo, donde estaban integrados los 6.035 valencianos, sufrió varios reveses a manos de las hordas galas hasta que se refugiaron en Zaragoza.
Allí se encerraron y escribieron con su sangre una de las páginas más épicas de la historia española. Sólo rindieron la ciudad cuando la situación era insostenible: había 10.000 cadáveres sin enterrar en las calles y el tifus hacía estragos. Con Palafox enfermo, sus mandos negociaron la capitulación.
Los soldados serían llevados cautivos, excepto los que se integrasen a las tropas de José Bonaparte, que se comprometía a respetar su salario. Sólo 2.000 aceptaron. Tanto orgullo, honor y valentía merece un homenaje como el que se está preparando para el 15 de junio.
El presidente de la Fundación Zaragoza 2008, Jesús Ángel González, que narró estos hechos a LAS PROVINCIAS, precisó que la fecha está por confirmar, pues están pendientes de las agendas de las personalidades invitadas. Entre ellas están Francisco Camps, presidente de la Generalitat, y los alcaldes Jerónimo Torralba (Chelva), Rita Barberá (Valencia), Rafael Calvo (Segorbe) y Mónica Lorente (Orihuela).
Fuente: "Diario Las Provincias"
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