Iván Sánchez, el ciclista de 40 años residente en Segorbe que fue detenido el 23 de junio en Bilbao por su presunta relación con un doble crimen ocurrido en Valencia --del que él siempre ha negado su participación--, va a quedar en libertad al no haber sido encontrados los cadáveres, pertenecientes a una mujer rumana y su compañero sentimental de nacionalidad española, que se sospecha pudieron ser arrojados al mar.
Según informaron ayer fuentes del Ayuntamiento de Segorbe, el sospechoso continúa imputado en el citado caso, por lo que deberá presentarse cada dos días en un juzgado de Valencia. Sin embargo el titular del Juzgado número 21 de instrucción de la capital del Turia ha decidido que quede libre al no haber hallado los cuerpos. Otra de las hipótesis policiales que se barajan es que Iván desapareciera de su domicilio huyendo de los autores del doble asesinato para no correr la misma suerte por un ajuste de cuentas en relación con un asunto de drogas.
Fuentes próximas al caso afirmaron que la salida de Iván estaba prevista esta misma tarde después de la comida.
Recordemos que Iván Sánchez, casado y con dos hijas, desapareció de su domicilio de Segorbe el pasado 1 de enero. Salió de su casa para practicar ciclismo deportivo por la vía verde Ojos Negros y ya no regresó. Inmediatamente se organizó un amplio dispositivo de búsqueda en el que llegaron a participar más de 100 personas entre Policía Local, Autonómica, bomberos, Protección Civil, Guardia Civil, brigadas forestales, voluntarios y también familiares.
Inicialmente se pensó en un accidente, pero para la Guardia Civil la hipótesis perdió peso enseguida. Sobre todo, cuando relacionó a Iván con las investigaciones que estaba llevando a cabo para aclarar el crimen, ocurrido un par de meses antes.
En la inspección ocular de la vivienda de la pareja en Valencia los agentes hallaron restos de sangre y alguna otra evidencia que les llevaron a presumir que la pareja había sido asesinada. Iván, que había tenido relaciones con las víctimas, supuestamente por asuntos relacionados con el tráfico de droga, fue interrogado varias veces. La Guardia Civil no halló elementos suficientes para involucrarle. Hasta que dos meses después se supo de su desaparición.
OTRA DESAPARICIÓN Las sospechas en torno a él se dispararon, sobre todo, tras interrogar a familiares, amigos y otras personas de su entorno y saberse que no era la primera vez que se ausentaba sin dejar rastro. Año y medio antes simuló una desaparición. Aquella vez lo hizo para ocultar una estancia en la cárcel por un asunto relacionado con el tráfico de drogas. Los agentes descubrieron entonces que la ausencia era voluntaria, que se había marchado a Bilbao, su tierra natal, donde había adoptado una identidad falsa. Fue detenido el 23 de junio en Munguía.
Según informaron ayer fuentes del Ayuntamiento de Segorbe, el sospechoso continúa imputado en el citado caso, por lo que deberá presentarse cada dos días en un juzgado de Valencia. Sin embargo el titular del Juzgado número 21 de instrucción de la capital del Turia ha decidido que quede libre al no haber hallado los cuerpos. Otra de las hipótesis policiales que se barajan es que Iván desapareciera de su domicilio huyendo de los autores del doble asesinato para no correr la misma suerte por un ajuste de cuentas en relación con un asunto de drogas.
Fuentes próximas al caso afirmaron que la salida de Iván estaba prevista esta misma tarde después de la comida.
Recordemos que Iván Sánchez, casado y con dos hijas, desapareció de su domicilio de Segorbe el pasado 1 de enero. Salió de su casa para practicar ciclismo deportivo por la vía verde Ojos Negros y ya no regresó. Inmediatamente se organizó un amplio dispositivo de búsqueda en el que llegaron a participar más de 100 personas entre Policía Local, Autonómica, bomberos, Protección Civil, Guardia Civil, brigadas forestales, voluntarios y también familiares.
Inicialmente se pensó en un accidente, pero para la Guardia Civil la hipótesis perdió peso enseguida. Sobre todo, cuando relacionó a Iván con las investigaciones que estaba llevando a cabo para aclarar el crimen, ocurrido un par de meses antes.
En la inspección ocular de la vivienda de la pareja en Valencia los agentes hallaron restos de sangre y alguna otra evidencia que les llevaron a presumir que la pareja había sido asesinada. Iván, que había tenido relaciones con las víctimas, supuestamente por asuntos relacionados con el tráfico de droga, fue interrogado varias veces. La Guardia Civil no halló elementos suficientes para involucrarle. Hasta que dos meses después se supo de su desaparición.
OTRA DESAPARICIÓN Las sospechas en torno a él se dispararon, sobre todo, tras interrogar a familiares, amigos y otras personas de su entorno y saberse que no era la primera vez que se ausentaba sin dejar rastro. Año y medio antes simuló una desaparición. Aquella vez lo hizo para ocultar una estancia en la cárcel por un asunto relacionado con el tráfico de drogas. Los agentes descubrieron entonces que la ausencia era voluntaria, que se había marchado a Bilbao, su tierra natal, donde había adoptado una identidad falsa. Fue detenido el 23 de junio en Munguía.
Fuente: "Periódico Mediterráneo"
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