Los bomberos tienen controlado el fuego aunque prevén que no se pueda extinguir totalmente hasta los próximos días La empresa Espafibrac, de Segorbe, ardió ayer por completo en el segundo incendio declarado en la misma durante los últimos nueve meses. De momento, se desconocen las causas que han podido provocar este segundo siniestro.
El fuego inició en una de las secciones de la fábrica alrededor de las tres de la madrugada del martes al miércoles, cuando la empresa permanecía cerrada y no había nadie en el interior de la nave.
Las perdidas de la empresa podrían alcanzar los dos millones de euros, dado que las 1.500 toneladas de material almacenado han quedado totalmente calcinadas.
Las labores de extinción del fuego, que ayer fue controlado pero no sofocado, requirieron la participación de 26 bomberos del Consorcio Provincial, tres dotaciones del parque de bomberos de Segorbe, una del de Oropesa, dos de Nules y una de Benicarló, coordinadas por tres unidades de mando.
La proximidad de la empresa Espafibrac con la Sierra Calderona también requirió la intervención de dos brigadas rurales de emergencias, cuyo principal cometido fue impedir que el fuego no pasará a la zona protegida de este Parque Natural. La empresa está ubicada en la partida de Cabrera, en la zona llamada de Cabrera Baja.
El material tratado por la empresa, dedicada a la recogida, prensado y transformación de la corteza de coco o capacho en abono para cultivos hidropónicos, también contribuyó a la propagación del fuego y combustión de materiales.
Las balas de coco prensado arden con suma facilidad pero con una gran lentitud, por lo que los bomberos creen que el incendio no quedará totalmente extinguido hasta mañana o pasado mañana, según la experiencia adquirida en el primer incendio padecido por la empresa el pasado mes de julio.
A pesar de ello, el fuego, que a última hora de ayer seguía ardiendo, estuvo en todo momento controlado dentro de la zona perimetral de la empresa marcada por los bomberos, cuyos principales esfuerzos se centraban en controlar el avance de las llamas y mojar las paredes de la fabrica para evitar la caída de muros.
La original e innovadora actividad de la empresa, que en el año 1992 fue pionera en España en introducir su actividad, le mereció la declaración local de Interés Comunitario.
Fuente: "Las Provincias de Castellón"
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