La transformación del llamado antiguo hospital del siglo XVII en un moderno complejo hotelero de lujo es uno de los objetivos en los que el Ayuntamiento de Segorbe trabaja con más ahínco, sobre todo después de regresar de la feria Fitur. Durante el evento, se establecieron contactos con varios empresarios dedicados a la transformación y gerencia de este tipo de establecimientos, de los que tres se mostraron especialmente interesados.
Uno de ellos, del que el alcalde, Rafael Calvo, no quiso desvelar su identidad, se desplazó el pasado jueves hasta Segorbe para reunirse con los mandatarios locales, con el fin de recabar información más detallada y conocer el inmueble in situ.
La empresa, al igual que las otras dos interesadas, ha solicitado al Ayuntamiento, antes de decidir su implicación o desvinculación de la iniciativa, el disponer de un estudio arquitectónico, una diagnosis estructural del edificio y un proyecto básico de lo que la corporación pretende realizar.
Por ello, el Consistorio convocará a corto plazo "un concurso negociado para buscar algún equipo de arquitectos especialista en materia de hoteles que redacte los documentos, para ver si podemos tenerlos en mayo o junio y después, para septiembre u octubre, sacar a licitación el proyecto de rehabilitación y adjudicación durante unos años de la gerencia del Hotel", explicó ayer Calvo.
"A cambio de ello, la empresa adjudicataria tendría que implicarse económicamente en la reconversión del emblemático edificio, construido a finales del siglo XVII con las piedras sillares del antiguo Alcázar de La Estrella", apuntó.
Además, también cabe la posibilidad de que la Administración Publica y la iniciativa privada realicen una inversión conjunta, ya que el Ayuntamiento cuenta con el respaldo económico de un convenio firmado con la Dirección General de Arquitectura de la Conselleria de Infraestructuras y la ampliación del Plan de Dinamización Turística, concedida a finales del pasado año por el Gobierno Central.
Un edificio emblemático
El antiguo hospital posee unas características y dimensiones de gran interés, ya que cuenta con tres plantas de 3.500 metros cuadrados cada una. El edificio posee un claustro central de doble altura que sirve para iluminar y ventilar las decenas de salas y habitaciones del inmueble.
La planta baja está resuelta con muros de sillería perfectamente trabajada, procedente de la Cartuja de Vall de Cristo, mientras que las dos superiores son de mampostería y la techumbre rematada con un amplio alero de neoclásico friso.
Las posibilidades del edificio, que a largo de la historia ha contado con múltiples usos, han llevado a los sucesivos gobiernos locales a plantearse darle una finalidad turística, entre las que destacan la creación de un albergue juvenil y un parador turístico.
Fuente: "Las Provincias de Castellón"
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