Los pasos que quedan para conseguir el etiquetado están dados, ya que "han salido todos los decretos publicados y los permisos están firmados. Pero los principios son difíciles y ahora se ultiman los detalles para su puesta en marcha", según afirmó el secretario autonómico de la Conselleria de Agricultura, Vicente Riera, en la inauguración de la feria.
El último y más costoso de los aludidos permisos fue el aprobado por la Unión Europea para la marca de calidad y denominación de origen del aceite valenciano, a la cabeza de los cuales está el producido en la comarca del Alto Palancia y cuyo Consejo Regulador se ubicará en Segorbe, adelantó a LAS PROVINCIAS la consellera de Agricultura, Maritina Hernández, a principios del pasado mes de septiembre.
La denominación de origen englobará a todos los aceites producidos en la Comunitat, si bien la identificación tendrá diversas sedes, como la de Espadán Calderona, que tendrá su centro operativo en la ciudad de Segorbe.
La identificación dará "un valor añadido a la producción de aceite de la Comunitat, lo que permitirá competir en los mercados más exigentes, ya que la marca reconoce las excelentes características del aceite", indicó el concejal de Agricultura, Vicente Hervás.
La actual campaña de recogida de aceitunas será especialmente cuantiosa, ya que prevén superar el millón de kilos recogidos el año anterior. "Esta temporada puede que cojamos 200.000 o 300.000 kilos más, lo que es algo verdaderamente inaudito porque son tres años seguidos de buenas campañas, cuando normalmente siempre falla alguna temporada", según explicó el responsable de la cooperativa agrícola San Isidro, Rafael Pacareu.
El aumento de la producción coincide con el descenso de la demanda, que Pacareu fija "en torno a un 70 % en los restaurantes, ya que han empezado a usar aceites de semillas y de importación de menor precio, con lo que los sobrantes de este año están en torno a los 50.000 litros".
Entre las actividades de la muestra destacó la apetitosa degustación de buñuelos, ajoaceite y helado de ajoaceite, que reemplazó a la demostración de labranza.
Los más pequeños disfrutaron con los castillos hinchables y talleres de modelado de barro. La feria también ofreció la posibilidad de conocer las últimas novedades de maquinaria agrícola. Los establecimientos y firmas comerciales del sector instalaron en la feria una veintena de puestos.
Fuente: "Las Provincias de Castellón"
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