Un proyecto de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV), en colaboración con el Centro de Investigación y Tecnología Animal (CITA) de Segorbe, reutiliza estiércol de cerdo para producir esta energía, según ha explicado a EFE el equipo de investigadores.
El procedimiento consiste en mezclar purines de cerdo y restos de destríos agrícolas (principalmente pimiento y tomate, ya que las frutas con las que han trabajado -melocotón y caqui- ofrecen peores resultados) para producir metano, y a partir de él generar electricidad y calor.
En un primer momento, los investigadores realizaron numerosos ensayos con diferentes productos animales y vegetales para ver qué mezclas eran las más adecuadas, hasta que dieron con la que la investigadora María Cambra-López ha valorado como "la mezcla perfecta", una formada por una base de purines de cerdo con hasta un 35 por ciento de inclusión de restos de pimiento o tomate.
Este proyecto surge en un contexto en el que las explotaciones ganaderas son cada vez más grandes y cada vez están más desvinculadas de la agricultura, lo que supone que los purines que tradicionalmente se habían empleado como fertilizante en los campos cercanos, ahora se acumulan.
"Es un problema medioambiental y económico, porque el transporte de los residuos es muy caro y los ganaderos no quieren pagarlo; los purines a la intemperie emiten metano, un gas de efecto invernadero", ha explicado el investigador Pablo Ferrer, quien ha asegurado que en Cataluña "ya llevan años aplicando estas medidas porque se encontraron con el problema de la gestión mucho antes de aquí".
Con este procedimiento, a los purines animales se les añaden subproductos agrícolas que consiguen incrementar hasta un 44 por ciento la producción de metano, que ahora en lugar de liberarse a la atmósfera se recoge en contenedores de diez litros de capacidad para su posterior combustión en un motor de cogeneración.
"La aplicación real del proyecto consiste en obtener biogás, que tiene un alto contenido en metano, un gas que se puede quemar para producir energía o calor y que puede ser aprovechado en la propia instalación o venderlo a una compañía eléctrica", ha explicado la ingeniera Verónica Moset.
Para la aplicación real del proyecto, según Moset, "el principal problema es la inversión inicial", aunque ha confiado en que agricultores y ganaderos puedan unirse para gestionar los residuos conjuntamente y obtener el gas.
Actualmente se encuentran experimentado en condiciones reales, para lo que a las mezclas de purines y subproductos agrícolas se le añaden sustancias que inhiben la producción de metano y que habitualmente están presentes en el medio.
"Las concentraciones de metano son un poco menores que en los ensayos realizados in vitro, aunque los resultados siguen siendo satisfactorios", ha explicado Moset.
Cambra-López ha agregado que después del tratamiento la mezcla de purines y subproductos agrícolas también puede emplearse como fertilizante.
Fuente: elinformador.com
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